SUEÑO-SPIN
OFF (RELATO EROTICO)
Apenas
quedaban cinco minutos para las cinco menos veinte de la mañana, o
eso es lo que indicaba el reloj digital de la celda situada en la
prisión de la Santé de París en aquella madrugada de 2021. Las
funcionarias ya habían dejado la camisa blanca y la falda gris que
me acompañarían al cadalso sobre la cama, y yo había hecho lo
mismo con el camisón que me había cubierto durante la última noche
de mi existencia.
Ante el
espejo, y con aquellas mujeres como testigos, pude observar, a través
de mis ojos azules, cómo mis senos aún se mantenían tersos y
firmes a pesar de los cuarenta y un años vividos hasta esa
madrugada. Una leve brisa producida por el aire de la climatización
causó el endurecimiento de mis pezones, lo que provocó en Justine
el mismo enrojecimiento en la piel de su cara que días atrás había
experimentado al hacerla partícipe de mis deseos, cuando, después
de haberme traído la cena, la tomé de los hombros, empujándola
hasta mi cama y, tras haberla quitado el uniforme, saboreé los
placeres de aquella vagina cubierta de rubio vello mientras ella
realizaba un esfuerzo atroz para evitar gritar en mi blanquecina
celda.
En ese
momento entró él. De casi dos metros de altura y con más de
ochenta centímetros entre los extremos de sus hombros. El traje
negro que portaba (en cuya solapa podía vislumbrarse el emblema
nacional), sus maquiavélicos y oscuros ojos, casi felinos, y la
angulosidad de su rostro me hicieron entender que serían sus manos las que tomarían mis brazos con la intención de que
diese el paso hacia la báscula de la guillotina, en donde mi cuerpo
sería inmovilizado sobresaliendo solamente mi cabeza.
Su poderosa
mano izquierda, tan fuerte como los músculos de una anaconda, agarró
mi oscura y ondulada melena, en aras de contemplar mi largo y
estrecho cuello. Su boca comenzó a recorrerlo desde la parte
inferior de la oreja en el preciso momento en el cual los dedos de su
mano derecha acariciaban mi vientre suavemente, alrededor del
ombligo.
Dejando mi
melena nuevamente libre pero sin apartar los labios de aquella zona
de mi cuerpo que no sería salvada de un rápido y aséptico corte,
hizo un gesto a las funcionarias para que estas se despojasen de sus
prendas oficiales. En ese momento comencé a notar el plácido
humedecimiento.
La primera
en acercarse fué Justine, que empezó a besar mis labios menores
como si estuviesen recubiertos de un dulce y exquisito néctar. Otras
dos se aproximaron (una a cada uno de mis costados) y comenzaron a
lamer los pezones que todavía se mantenían duros. Mientras, el
verdugo, apartando nuevamente la melena, comenzó a recorrer mi nuca
y espalda, lo que unido a las otras sensaciones experimentadas en
diferentes partes de mi anatomía (en especial las realizadas por los
labios de Justine) produjo un electrizante espasmo a lo largo de mi
columna vertebral. Comencé a jadear cuando observé que las dos
funcionarias restantes se masturbaban, desnudas, contemplando aquella
escena.
Después de
aquel orgasmo, y rodeada de las cinco mujeres y el verdugo,
supliqué, poniéndome de rodillas, que ataran mis manos a la espalda
en ese preciso momento, antes de vestirme para acudir hacia la
guillotina. En ese instante, ya podía sentir mi cuerpo en horizontal sujeto a la báscula y mi cuello atrapado en el cepo, mientras el
verdugo ultimaba las últimas comprobaciones en el aparato que
llevaría mi cabeza al cesto.
-No es
momento todavía- replicó el verdugo.
-De rodillas
te digo que mi cuerpo es tuyo, y que te has ganado el derecho de
volver a besar mi nuca con la cuchilla que te hará poseedor de mi
cabeza en unos momentos- repliqué sin poder aguantar la excitación.
Temblaba y no era de miedo.
-Primero
serás tú la que juegue con mi cabeza. Túmbate boca abajo.
Obedecí.
Se quitó el
traje que podría ser perfectamente fúnebre a la velocidad del rayo,
y se sentó delante mío con las piernas abiertas. Su glande se
situaba a apenas dos centímetros de mi boca, por lo que agarré la
base de su miembro mientras empezaba a besar la punta de aquella
metafórica cabeza. El piercing de mi lengua ya rozaba la altura
media de su pene cuando comencé a sentir el de Justine realizando
circunferencias sobre el tribal tatuado en mi cintura (en el que
podía leerse, en unas suaves letras, Liberté, Egalité, Fraternité,
1789). Cuando los labios de Justine recorrieron mi ano hacia
posiciones más sensibles, mi cuello comenzó a realizar el
movimiento de vaivén que llevó al futuro exterminador de este a los
altares de la percepción. Fue en ese momento cuando ocho manos
expertas comenzaron a masajearme la espalda hasta que el verdugo
gritó de placer.
Todos se
vistieron con las prendas que traían excepto yo, que me puse la
camisa blanca y la falda gris con las que las condenadas a muerte se
presentaban ante una dama mucho más alta y mortal que el verdugo.
Este me dijo:
-Puedes
expresar tus últimas voluntades-. Sonrió-.Pero creo que ya sé
cuáles son.
En ese instante se arrodilló y bajó mi falda, y mientras cogía mis manos,
su lengua comenzó a hacer estragos en todos los rincones de mi
vagina. En el momento en el que llegaba al orgasmo, la mayor de
las funcionarias tomó mis manos de las del verdugo y las esposó a
mi espalda.
Volvió a
tomar mi melena, pero esta vez para cortarla con unas tijeras
tradicionales. Acarició suavemente mi nuca para hacerse cargo del
cuello de mi camisa, que empezó a cortar formando un escote que
mostraba la mitad de la espalda y el pecho casi hasta la altura de
los senos. En ese momento acarició mi nuca apoyando la mano sobre
los hombros. Justine me ofreció el último sorbo de vino y la última
calada del cigarro que fumaba con lágrimas en los ojos.
El verdugo,
posando su mano sobre mi espalda, indicó que era hora de ponerse en
pié. Una de las funcionarias abrió la puerta metálica y allí
estaba, con más de dos metros y medio de altura, la dama hacia la
que ya me acompañaba el verdugo. Aquella cuya lengua me haría
sentir el último de los orgasmos terrenales.
En apenas
cinco segundos mi cuello ya se encontraba atrapado y mis ojos solo
visualizaban el cuero en el que reposaría mi cabeza como resultado
de aquella orgía.
Comencé a
escuchar el silbido de la guillotina cuando me desperté empapada en
sudor en aquella celda del nuevo penal femenino de Riad, repitiéndome
una y otra vez que mi nombre era Zoraida.
No volvería
a leer nada sobre la biografía de aquella espía francesa decapitada
en París en 2021. Anabelle Lavoisier se llamaba...
Patricia me ha pasado este relato, para que opinara. (Todo un honor para mí, sinceramente).Me ha parecido muy fresco, nuevo y algo importante, distinto. La mezcla de la muerte de una condenada con el erotismo de unas escenas relatadas de manera sensual con un toque excitante que hace que se confunda deseo con el momento de acudir a la muerte.Una mezcla dificil de plasmar... muy interesante. Enhorabuena, preciosa.
ResponderEliminarCuando he acabado de leerlo Patricia he imaginado una escena de BSDM, pero va más allá, el sueño o pesadilla implica el temor, tal vez, precisamente a lo que ha soñado. O quizás es ¿el deseo de una realidad?
ResponderEliminarEl sexo como tal forma parte de nuestra existencia y, como no de nuestra muerte.
Muy buen logrado.
Un relato que mezcla la sexualidad con la muerte. Algo diferente a todo lo leído hasta ahora. La verdad es que no soy lectora de literatura erótica pero puede decir que está muy bien narrado.
ResponderEliminarQue forma más original de expresar una condena a muerte. Es sensual, con una narrativa que seduce. Pude sentir a la protagonista,como la conquista la muerte. Definitivamente un relato muy especial.
ResponderEliminarInteresante mezcla de pasión y entrega una condena exquisita un baile de placer ante la muerte....
ResponderEliminarUn sueños basado en una realidad? Maravilloso relato me ha encantado leerte felicidades.
Un relato diferente. Me ha gustado como has contado la historia.Los sueños son un proyecto de nuestro inconsciente.
ResponderEliminarFelicidades y continúa escribiendo!
Una simbiosis de erotismo desgarradora, donde la ejecución que ya se menciona hacia la mitad del relato pasa, inclusive, a un segundo plano. Altamente original la forma en que se sucede cierta reciprocidad de intereses entre la víctima y el verdugo. Enhorabuena por tu talento y tu pluma, Patricia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felicidades de verdad. No suelo leer mucho erótico, pero tengo que decirte que me ha gustado mucho, la manera de narrar y hacer que en tu mente se recree cada linea ha sido increíble.
ResponderEliminarUn relato de alto voltaje, fuerte en la situaciones que plantea y en el carácter de la dominación hasta límites insospechados. Muy bien escrito. No soy lectora de erótica, pues no me gusta ese género a pesar de haberle dado más de una oportunidad, pero he de decir que tiene su elegancia y su sensualidad pese a la crudeza que lo domina.
ResponderEliminarMe has pedido que te diera mi opinión y aquí va. Como ya te he dicho no me va mucho el género erótico, después de esto tengo que decirte que me ha gustado la forma en la que relatas todo el tema sexual principalmente porque lo haces de una forma elegante y la verdad yo agradezco mucho en este tipo de literatura el no ver palabras obscenas y comentarios del tipo "estaba caliente como una perra...".
ResponderEliminarEn cuanto a lo narrado me parece muy perturbador y oscuro y eso también me parece novedoso en este tipo de literatura en el que básicamente son historias de amor subidas de tono o historias de calentones.
En cuanto al estilo que usas me ha gustado bastante porque de alguna forma consigues que el lector quiera seguir leyendo.
Y por último me ha encantado la resolución porque según iba leyendo pensaba ¿pero esto llegará a alguna parte? y lo cierto es que la forma en la lo has solucionado me parece muy buena y a algo que en principio no parecía tener ni pies ni cabeza le das un sentido total.
Como ya te he dicho la erótica no es lo mío pero creo que tu texto es bastante bueno (y también siento haber escrito tanto pero es deformación profesional de hacer tantas reseñas jajajajaja) Un saludo!!
Como tenías interés en que lo leyera, a pesar de que lo erótico no es mi terreno, lo he hecho. No juzgo el tema sino la manera de narrarlo y es cierto que cumple con los cánones del relato sobre todo con el final sorpresivo. Me parece bueno y a pesar de tener gran carga erótica eres elegante en la manera de relatarla. Espero que sigas escribiendo. Saludos
ResponderEliminarBueno, como escritora de poemas y relatos eróticos, te dejaré mi comentario, ya que me lo has pedido. Es elegante y usas palabras frescas, no está muy recargado y eso alegra mucho a los ojos de quien lo lee. Me ha parecido bueno y para nada cae en lo pornográfico. Espero que mi valoración te parezca útil. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bien redactado, sensualidad y erotismo sin rayar en lo vulgar, me encanta como llevas al lector a recrear esas imágenes suavemente pinceladas en palabras, gracias por invitar a disfrutar de una buena lectura.
ResponderEliminarLo prometido es deuda, Patricia, y aquí estoy después de mis exámenes. Este relato contiene imágenes muy potentes. Te encontrarías como pez en el agua en mi grupo de literatura erótica Placeres y Perversiones, alojado en www.netwriters.es
ResponderEliminarEste relato podría ser un buen estreno en el grupo. Invitada quedas ;-)
Un beso.
Hola Patricia!! Tuve el gusto de leer tu relato. Me pareció original la idea de combinar el escenario de una cárcel, de una presa que espera la muerte con la vertiente erótica. Una imágenes que contrastan por sí solas y que le da carácter al texto. Te felicito!!
ResponderEliminarPatricia, gracias por compartir este relato conmigo. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEl tema es muy original, transmites el erotismo justo y preciso, sin dejar del lado otras emociones en el ambiente, como el miedo y la compasión de su compañera.
Un sueño en la soledad de una celda, la mente nublada de exitaciòn y desesperaciòn.
Muchas felicidades!!!!!
Hola Patricia, interesantes y dramáticos giros a la historia, unidos a una percepción bastante erótica de la muerte, lo cual hace más cautivador el relato. Un gusto leerte.
ResponderEliminarHola es muy interesante convertiste esta historia en un relato erotico. Puesto que es un sueño y lo vivio otra persona. La verdad es que me gusto mucho lo que hiciste. Es muy original y la estas contando desde una perpectiva de sueño algo que vivio otra persona que de paso estaba presa e iba a ser decapitada
ResponderEliminarHola, Patricia.
ResponderEliminarGracias por invitarme a leer el relato. Como escritora que se mete en este terreno tan maravilloso del erotismo, tengo que agradecer la sutileza, el no caer en un lenguaje innecesario o sucio para expresar algo con elegancia y sensualidad.
Un relato muy interesante, sobre todo con esta vuelta de tuerca final, una sorpresa que siempre deja un (mejor) regusto todavía tras su lectura.
Besototes!
Hola! Un relato muy interesante, sugestivo sin ser malsonante, algo que se agradece. También novedoso e inquietante. Bien escrito y organizado. Sigue escribiendo para que podamos leerte. Un beso!
ResponderEliminarAnte todo felicitar a Patricia por su maravillosa pluma. No puedo dejar de reconocer que me ha enganchado al igual que sorprendido, pues la fusión sexo- muerte no es algo común en este tipo de literatura. Es un relato diferente, fresco y expectante. ¡Enhorabuena guapa! Te deseo mucho éxito.
ResponderEliminarEs realmente una idea muy original para un relato de estas características. Quizás me haya faltado algo de desesperación y angustia en las reacciones de la protagonista, una pasión desesperada que la haga olvidarse de lo que está a punto de ocurrir, pero la creatividad es realmente genial. ¡Enhorabuena! ;)
ResponderEliminarComo bien dicen por aquí arriba, es un relato original en el que, para mí, lo mejor es el final, no solo por lo inesperado sino porque da una respuesta coherente a un planteamiento argumental que mezcla el erotismo y la fantasía sexual que lo origina con la situación "real" de la protagonista. La forma de narrarlo me parece buena por cuanto que huye del lenguaje soez y vulgarmente explícito que a veces encontramos en literatura erótica, y sorprende (y hasta descoloca) por el entorno en el que se desarrolla, lo cual puede resultar atrayente a los adeptos al género que busquen algo que se salga de lo habitual.
ResponderEliminarUn saludo, Patricia!
¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya? Estoy 100% de acuerdo con los comentarios de arriba. Has conseguido crear un relato que no solo esta perfectamente esctito, con un lenguaje cuidado y trabajado a la vez que ágil y fluido, sino que además mezcla dos conceptos que a priori parecen incompatibles como son el sexo y la muerte. Es original, la trama combina intensidad, delicadeza, emotividad, suspense... Me he quedado con ganas de leer más, de saber más. Maravilloso, Patricia.
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